Nunca es fácil tener paciencia. A veces ni te das cuenta, no paras a pensar en lo que haces o en lo que vas a hacer, te puede la impaciencia.
Impaciencia por estar bien, impaciencia por demostrarte algo, impaciencia por ver que lo hecho no es en vano. Y es ridículo.
Ya sabes lo que eres, ya sabes como estas, ya sabes lo que vales, ya sabes porque haces las cosas, porque tomas las decisiones... No necesitas esa impaciencia, no va a solucionar nada.
Y cuando te hacen parar, mirar, observar y volver a analizar las cosas te das cuenta de ello. Y frenas, y piensas y agradeces tener a un amigo al lado que no permite que dinamites todo sólo por la IMPACIENCIA.